Redacción
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Atlético Bucaramanga empató este miércoles ante el Boyacá Chicó por la fecha 17 de la liga colombiana y prácticamente quedó eliminado, pues a falta de dos fechas es decimosegundo con 22 puntos. Sin embargo, se trató de un partido que estuvo marcado por las polémicas arbitrales que terminaron afectando al actual campeón.
Bucaramanga ganaba el duelo en Tunja, pero en el tiempo de adición, cerca del final del encuentro, se presentaron dos acciones polémicas en las que se vio perjudicado el cuadro santandereano. Un penal en contra por una mano de un defensor que había recibido un empujón en el aire y un gol anulado por supuesta falta contra el arquero de Chicó fueron suficientes para que se le escaparan dos puntos al leopardo.
En este sentido, Rafael Dudamel fue contundente con sus declaraciones y mencionó lo siguiente: "es el día de mayor frustración en mi carrera. Siento una vergüenza ajena por lo que hoy (miércoles) se ha vivido en Tunja. El daño que le está haciendo el arbitraje al fútbol colombiano es tremendo".
Acto seguido arremetió contra el juez central del partido y el responsable del VAR, Wilmar Montaño y Keiner Jiménez, respectivamente.
Concluyendo su queja, Dudamel aseguró: "hoy han atentado contra la moral, contra la dignidad, contra los valores de todo el fútbol colombiano".
Las acciones polémicas
La primera acción polémica se presentó sobre el minuto 90, cuando Bucaramanga ganaba el partido. Tras un tiro libre ofensivo a favor del Chicó, el central Montaño sancionó penal tras una mano de Carlos Romaña dentro del área. Sin embargo, el jugador había sido previamente empujado por un hombre del Boyacá Chicó, pero el VAR no intervino para avisar al central de su equivocación.
Posteriormente, 5 minutos más tarde, en la última jugada del partido, Bucaramanga anotó un gol que nuevamente le daba los tres puntos, pero en esta ocasión sí intervino el VAR. Keiner Jiménez llamó a Wilmar Montaño para que revisara una supuesta falta sobre el arquero ajedrezado, quien alegó que ya tenía el control del balón antes del cabezazo del atacante de Bucaramanga, por lo que se tomó la decisión de invalidar el gol.
No obstante, la toma permite observar que el arquero nunca llegó a tener el control de la pelota, lo que desató la furia de Dudamel en la rueda de prensa.
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