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El telescopio espacial James Webb, utilizando su cámara MIRI, ha descubierto un nuevo exoplaneta que es un 'super Júpiter', con una masa seis veces mayor que la de Júpiter en nuestro sistema solar. Este planeta, el más frío y antiguo jamás observado fuera de nuestro sistema solar, confirma los modelos de evolución planetaria conocidos. Los detalles de este descubrimiento se publicaron en la revista Nature el miércoles pasado.
Este es el primer exoplaneta descubierto directamente por imágenes del telescopio, sin observaciones previas desde la Tierra.
Elisabeth Matthews, del Instituto Max Planck de Astronomía en Heidelberg (Alemania) y una de las autoras del estudio, destaca que estudios anteriores habían identificado un planeta en este sistema, pero habían subestimado tanto su masa como su distancia orbital con respecto a su estrella.
El recién descubierto planeta orbita alrededor de la principal estrella del cercano sistema estelar triple conocido como 'Epsilon Indi', abreviado como 'Eps Ind'. Según las convenciones astronómicas, la estrella principal se denomina 'Eps Ind A' (ligeramente más pequeña y más fría que el Sol). Para nombrar al nuevo planeta, se utiliza la designación 'b', por lo que será conocido como 'Eps Ind A b'.
Lo que se sabe al respecto hasta ahora
Los científicos han observado que este exoplaneta orbita alrededor de su estrella anfitriona en una órbita elíptica muy excéntrica, con una distancia máxima estimada respecto a Eps Ind A que varía entre 20 y 40 unidades astronómicas (una unidad astronómica equivale a la distancia media entre la Tierra y el Sol, aproximadamente 150 millones de kilómetros).
Eps Ind A b muestra una menor intensidad de luz en longitudes de onda cortas de lo esperado, lo cual sugiere la presencia de abundantes elementos pesados, particularmente carbono, formando moléculas como metano, dióxido de carbono y monóxido de carbono, típicos en planetas gigantes gaseosos.
Esta observación también podría indicar la presencia de una atmósfera turbia en el planeta, aunque se necesitan más investigaciones para llegar a una conclusión definitiva.
“Nuestro próximo objetivo es obtener espectros que nos proporcionen una huella dactilar detallada de la climatología y la composición química del planeta”, dijo Thomas Henning, otro de los autores de la investigación.
“A largo plazo, esperamos observar también otros sistemas planetarios cercanos para buscar gigantes gaseosos fríos que puedan haber escapado a la detección, y mejorar así nuestra comprensión de cómo se forman”, agregó Matthews.
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