Redacción admin

Durante años, la conversación sobre el placer masculino ha girado en torno al pene, dejando de lado otras zonas con alto potencial erógeno. Sin embargo, el llamado “punto P”, también conocido como la región prostática, ha empezado a ganar notoriedad por su capacidad para generar sensaciones intensas y orgasmos distintos a los convencionales.

 

El punto P está ubicado a unos cinco centímetros del ano, en la pared del recto anterior. Se trata de la próstata, una glándula que, además de cumplir funciones importantes en la reproducción, es considerada una de las zonas más sensibles del cuerpo masculino debido a su alta concentración de terminaciones nerviosas.


De acuerdo con la psicóloga y sexóloga Ángela Aznárez, cuando se estimula correctamente, la próstata puede provocar lo que se conoce como un “orgasmo prostático”. A diferencia del orgasmo tradicional asociado a la eyaculación, este se caracteriza por ser más profundo, prolongado y por involucrar todo el cuerpo en una sensación placentera intensa.

 

“Es una zona muy rica en terminaciones nerviosas. Al ser estimulada adecuadamente, puede llevar al hombre a experimentar un tipo de orgasmo totalmente diferente, incluso sin necesidad de contacto con el pene”, explica Aznárez.

 

¿Por qué se le llama “punto P”?


El término “punto P” proviene de la inicial de “próstata” y hace un guiño al “punto G” femenino. Aunque ambas zonas son distintas en cuanto a ubicación y estructura, comparten algo esencial: su capacidad para intensificar el placer sexual cuando se exploran con cuidado y conocimiento.

 

Tal como lo indica la especialista, estos puntos funcionan como amplificadores de sensaciones. En ambos casos, una correcta estimulación puede llevar a alcanzar orgasmos más intensos, diferentes a los habituales.

 

 

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