Redacción Juan Manuel Capera

Nuevos detalles salieron a la luz sobre el feminicidio de Yesika Paola Chávez, ocurrido el pasado 22 de abril de 2025 en el barrio Quintas del Sur, localidad de Ciudad Bolívar (Bogotá). El agresor, Andrés Julián Mesa Ramírez, subintendente activo de la Policía Nacional, habría planeado el asesinato con anticipación, según revelaron familiares y testigos.

 

Horas antes de cometer el crimen, Mesa hizo una videollamada a su hija menor para despedirse y pedirle perdón, en lo que sería una clara señal de la premeditación del acto. La llamada fue revelada por Martha Chávez, hermana de la víctima, en una reciente entrevista para el videopódcast Conducta Delictiva.

 

Publicó una foto con licor y escribió “Lucifer”


Otro detalle clave que salió a la luz fue el estado de WhatsApp que el uniformado publicó en la tarde del mismo día. En la imagen se le ve consumiendo licor, acompañado de la palabra “Lucifer”. Esto, según la familia de Yesika, fue una advertencia encubierta que pasó desapercibida hasta que ya era demasiado tarde.

 

Esa misma mañana, la hermana de Yesika lo había contactado para pedirle que dejara de acosarla, recordándole que debía centrarse en la crianza de su hija y respetar la decisión de separación que había tomado su expareja.

 

Una discusión final por WhatsApp


Horas antes del ataque, Yesika y Andrés Julián sostuvieron una discusión por mensajes, en la que ella le dejó claro que cada uno debía seguir su camino. Poco después, él llegó al salón de belleza donde trabajaba, entró, y delante de su hija y compañeras de trabajo, le disparó tras decirle:

 

“¿Ah, quiere hacer lo que se le da la gana? Si no es para mí, no es para nadie”.

 

Luego de cometer el crimen, el subintendente se disparó en la cabeza. Murió más tarde en el Hospital de Meissen.

 

La niña lo vio todo


Uno de los aspectos más dolorosos revelados recientemente es que la hija de la pareja presenció el asesinato. Además, el hijo mayor de Yesika, quien estaba en el segundo piso del establecimiento, bajó tras escuchar los disparos y vio a su madre ya sin vida.

 

Un caso que exige respuestas


Aunque el crimen ocurrió en abril, estos nuevos hallazgos confirman que no fue un acto impulsivo, sino planeado con al menos varias horas de anticipación. La publicación en redes, la llamada de despedida y el ingreso directo al lugar del trabajo de la víctima con arma en mano dejan en evidencia una tragedia anunciada.

 

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