La NASA emitió el pasado sábado una alerta sobre la aproximación de un asteroide a la Tierra, generando preocupación e interés tanto en la comunidad científica como en el público en general.

El asteroide en cuestión es Apophis, un cuerpo celeste que ha sido objeto de vigilancia debido a su tamaño considerable y su trayectoria cercana a nuestro planeta. 

Según los expertos, Apophis pasará a una distancia de apenas 32.000 kilómetros de la Tierra. Esta cercanía ha motivado a los científicos a explorar métodos para modificar su trayectoria y mitigar posibles riesgos.

La NASA y otras agencias espaciales están aumentando su vigilancia sobre Apophis. Se prevé que en 2028, la sonda Ramses de la Agencia Espacial Europea (ESA) intercepte el asteroide, lo que facilitará un estudio más exhaustivo y la evaluación de posibles medidas preventivas.

Los especialistas están intrigados por el tamaño del asteroide, que es comparable al de un crucero. Apophis alcanzará su máxima proximidad a la Tierra el 13 de abril de 2029. Cerca de un año después, está programado que la nave Ramses cruce su camino, lo cual ofrecerá a los científicos información crucial sobre su composición y ruta.

Aunque la ESA ha afirmado que Apophis "no presenta un riesgo inminente", enfatiza la importancia de vigilar su comportamiento. La cercanía del asteroide podría provocar fenómenos naturales como terremotos debido a su influencia gravitacional.

Los científicos están vigilando de cerca esta situación y colaborando para asegurar la seguridad de nuestro planeta. La cercanía de Apophis representa una oportunidad para avanzar en nuestro conocimiento sobre los asteroides y para desarrollar tecnologías que puedan proteger a la Tierra de futuros encuentros cercanos con estos objetos celestes.

Comparte en: