Redacción Julián Dussán Bonilla

Trabajo, calidad de vida, estabilidad, un mejor futuro… son varias las razones por las que miles de latinoamericanos emprenden un viaje hacia Estados Unidos bajo la ilusión de, a través del trabajo fuerte construir un mejor mañana para sí mismos y sus familias.

 

Desde hace varios años, la idea de que el país norteamericano es la “tierra de las oportunidades” se ha popularizado hasta el punto de que se ha idealizado. 

 

El sueño americano, con su promesa de prosperidad y éxito a través del esfuerzo y la determinación, ha inspirado a millones a buscar una vida mejor en los Estados Unidos, valorando la libertad y las oportunidades de movilidad social. 

 

No obstante, también tiene aspectos negativos: no todos pueden acceder a estas oportunidades debido a desigualdades sistémicas, y la intensa competencia y presión pueden llevar a la explotación laboral y a una mentalidad de éxito a cualquier costo, dejando de lado la calidad de vida y el bienestar personal.

 

Aunque muchos se desilusionan al llegar allí, lo cierto es que a muchos les sale bien el plan. Tal fue el caso de un albañil que logró, en una semana, ganar una considerable cantidad de dinero fácilmente comparable con lo que se gana mensualmente un profesional en Colombia.

 

A través de TikTok, el hombre mostró un cheque correspondiente al pago de su primera semana como ayudante de obra: 1730 dólares que, al cambio, son más de 6 millones de pesos colombianos. Si se multiplica por las 4 semanas que tiene un mes, el sujeto devengaría más de 24 millones de pesos.

 

Ahora bien, el sueño americano puede conllevar varios riesgos significativos. La intensa presión por lograr el éxito financiero y profesional puede llevar al agotamiento físico y mental, así como a la alienación social y familiar. 

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