Mario Vargas Llosa falleció este 13 de abril en Lima, a los 89 años, y con él se fue uno de los secretos mejor guardados del mundo literario: ¿qué pasó realmente entre él y Gabriel García Márquez aquella noche de 1976? 

El puñetazo que le propinó el peruano al colombiano en Ciudad de México marcó el fin de una amistad legendaria y el inicio de un misterio que, medio siglo después, sigue sin resolverse.

Ambos eran figuras centrales del Boom Latinoamericano. Compartieron ideologías, mesas de debate y una profunda admiración mutua, hasta que, sin previo aviso, Vargas Llosa le dio un golpe a García Márquez en plena cara, dejándole el ojo morado. Años más tarde, esa imagen daría la vuelta al mundo: Gabo sonriente, con su ojo izquierdo inflamado, capturado por el lente de Rodrigo Moya.

“Es un pacto entre nosotros”

En enero de 2024, el propio Vargas Llosa fue claro en una rueda de prensa: "Es un pacto entre García Márquez y yo. Él lo respetó hasta su muerte y yo haré lo mismo", afirmó, según reportó la agencia Reuters. Con esa declaración, reafirmó su decisión de no revelar nunca el motivo del conflicto.

También dejó entrever que la verdad podría llegar algún día, si algún biógrafo logra reconstruir los hechos. “Vamos a dejar a nuestros biógrafos, si los merecemos, que investiguen la cuestión”, dijo con ironía. García Márquez murió en 2014 sin pronunciarse nunca sobre el episodio.

Teorías sin confirmación

Desde entonces, han surgido numerosas versiones sobre lo que ocurrió. La más difundida apunta a una frase que, supuestamente, García Márquez le habría dicho a Vargas Llosa: “Lo que le hiciste a Patricia”, en referencia a su esposa. Según esa teoría, Gabo habría intervenido en la vida personal de la pareja, aconsejando a Patricia separarse de Mario tras una presunta infidelidad.

Otra hipótesis aún más polémica sostiene que Patricia Llosa, buscando vengarse de su esposo, habría insinuado haber tenido una relación con García Márquez. Ninguna de estas versiones ha sido confirmada, y los protagonistas optaron siempre por guardar silencio.

Una amistad rota que hizo historia

La relación entre Vargas Llosa y García Márquez era más que una amistad: juntos impulsaron una de las corrientes literarias más influyentes del siglo XX. Eran los rostros visibles del Boom, junto a otros grandes como Julio Cortázar y Carlos Fuentes.

Sin embargo, tras el incidente en México, nunca volvieron a hablar. Se cruzaron en homenajes y premios, pero evitaron cualquier tipo de contacto. La literatura siguió siendo el único punto en común, aunque incluso ahí, sus visiones empezaron a tomar caminos diferentes.

La última palabra la tendrá la historia

Con la muerte de Vargas Llosa, el enigma queda intacto. Ninguno de los dos rompió el pacto de silencio. Lo que realmente ocurrió entre ambos podría quedar sepultado para siempre, o quizás resurja en cartas, testimonios o investigaciones futuras.

Lo que sí está claro es que ese golpe no solo partió una amistad, sino también marcó a fuego la historia de la literatura latinoamericana. Y el mito del puñetazo sigue vivo: se cuentan versiones, se escriben artículos, se graban documentales, pero nadie tiene la verdad completa.

Una despedida privada

El hijo del Nobel, Álvaro Vargas Llosa, fue el encargado de anunciar su fallecimiento en la red social X. Confirmó que su padre murió en paz, acompañado de su familia, y que, tal como era su deseo, sus restos serán incinerados y no se realizará ninguna ceremonia pública.

“Esperamos que encuentren consuelo, como nosotros, en el hecho de que gozó de una vida larga, múltiple y fructífera, y deja detrás suyo una obra que lo sobrevivirá”, escribió en su mensaje.

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