Redacción
Juan Sebastián Sosa
En medio de lágrimas y angustia, el concejal de Bogotá Julián Triana publicó un video en sus redes sociales en el que relató el aterrador robo del que fue víctima en la madrugada de este domingo 23 de junio. El hecho ocurrió en el barrio Modelia y hubo hasta disparos.
Según relató Triana, se desplazaba en su vehículo particular junto con dos personas más cuando, de repente, una banda de delincuentes en una moto y un carro deportivo los abordan mientras están detenidos y los hacen bajarse del vehículo apuntándoles con armas de fuego.
“Uno de ellos me apuntó a la cabeza con solo algunos centímetros de distancia dentro del carro y, una vez fuera, el otro me apuntó al pecho. Luego, con la misma pistola, me dio un golpe contundente en la cabeza. Cogió mi billetera, mi celular y me gritaba con mucho odio que le pasara el control de carro para llevárselo”, contó el cabildante.
Uno de los delincuentes logró ubicarse en el puesto del conductor y al momento en el que iba arrancar algo le salió mal y no pudo irse con el vehículo. En ese instante salió un vigilante del sector desarmado y generó una alerta que hizo que los delincuentes hicieran tres disparos.
@trianavjuli
Anoche tuve la peor noche de toda mi vida. Una noche de esas que marcan el corazón para siempre con traumas, temores y angustias. Eran las 3:30am y yo iba en mi carro particular con dos personas más por una de las calles del barrio Modelia donde he pasado tantas veces. Donde crecí. Cinco hombres en una moto y en un carro deportivo negro nos abarcan mientras estamos detenidos y con armas de fuego nos hacen bajar del vehículo. Uno de ellos me apuntó a la cabeza con solo algunos centímetros de distancia adentro del carro y una vez fuera el otro me apuntó al pecho y luego, con la misma pistola, me dio un golpe contundente en la cabeza. Cogió mi billetera, mi celular y me gritaba con mucho odio que le pasara el control del carro para llevárselo. Con violencia expulsaron a la persona que conducía el vehículo y cuando ya uno de ellos estaba sentado en el puesto del piloto y había cerrado la puerta, algo les salió mal. No pudieron arrancar el carro y mientras tanto el celador de esa cuadra (solo y desarmado) generó una alerta a la cual ellos respondieron con tres disparos. Nos botamos al suelo, dos de nosotros heridos por los golpes que nos habían dado con la pistola y yo, qué les digo… Pensé, como nunca antes, que iban a apagar todos mis sueños para siempre. Habré cerrado los ojos mientras lloraba y temblaba en el suelo. Los disparos alertaron a la gente y ellos se fueron con nuestras pertenencias, pero sin el carro que era lo que realmente querían. En el CAI Hayuelos nos atendieron con eficiencia y en el Hospital de Fontibón me pusieron cuatro puntos en la cabeza. Nunca me habían apuntado con un arma de fuego, nunca alguien había disparado una a tan solo centímetros de mí, nunca había pensado que iba a morir y nunca antes sentí tanto miedo como ayer. Paradójicamente tampoco tanta alegría. Vernos después vivos y juntos fue un recordatorio hermoso de que la vida es un ratito nada más. Agradezco con todo mi corazón al destino por cada cosa que le salió mal a esos delincuentes y por cada oración de las personas que nos quieren y que ayer nos salvaron de partir antes de tiempo. Ya instauré las respectivas denuncias, no hagan caso de solicitudes extrañas que les hagan a mi nombre. Seguiré llorando por la angustia que todavía siento y también por la tristeza que me genera que mientras unos trabajamos con el corazón por nuestra ciudad, otros viven de hacer el mal y de arruinar la tranquilidad de las familias que esperan por nosotros en casa. Ojalá se haga justicia.
♬ sonido original - Julián Triana
“Nos botamos al suelo, dos de nosotros heridos por los golpes que nos habían dado con la pistola y yo, qué les digo… Pensé, como nunca antes, que iban a apagar mis sueños para siempre. Habré cerrado los ojos mientras lloraba y temblaba en el suelo. Los disparos alertaron a la gente y ellos se fueron con nuestras pertenencias, pero sin el carro que era lo que realmente querían”, añadió.
Finalmente, el hecho alertó a las autoridades: los atendieron del CAI de Hayuelos y los trasladaron al Hospital de Fontibón en donde al concejal le cogieron cuatro puntos en la cabeza por el golpe con el arma.
“Nunca me habían apuntado con un arma de fuego, nunca alguien había disparado una a tan solo centímetros de mí, nunca había pensado que iba a morir y nunca antes sentí tanto miedo como ayer. Paradójicamente tampoco tanta alegría. Vernos después vivos y juntos fue un recordatorio hermoso de que la vida es un ratito nada más”, señaló.
Asimismo, aseguró que ya instauró las denuncias correspondientes y pidió que no hagan caso “solicitudes extrañas que les hagan a mi nombre”.
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