Redacción
Juan Sebastián Sosa
El presidente Gustavo Petro reveló nueva información sobre el atentado que sufrió el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay el pasado 7 de junio en Bogotá. Según explicó, el menor de edad capturado por el ataque permaneció al menos cuatro horas rondando el lugar antes de disparar.
La Fiscalía y el equipo de investigación han logrado recopilar registros visuales que confirmarían los movimientos previos del presunto sicario, quien llegó en motocicleta, habló con personas en una camioneta cercana al parque y realizó una transacción vía Nequi por $3.500.
“Sobre lo que pasó con el sicario ese día sabemos por video, que estuvo durante 4 horas rondando el parque, llegó en moto, habló con gente en una camioneta, efectivamente tenía un celular, en donde pidió a alguien que le consignaran por Nequi, 3.500 pesos”, dijo el presidente.
Según añadió, existe la posibilidad de que el joven haya entregado el celular antes de disparar, lo que podría dificultar las pesquisas.
¿Quién lo habría mandado? Petro habla de “la olla”
Uno de los puntos más delicados mencionados por Petro fue la supuesta relación del joven con una organización criminal. El mandatario aseguró que el adolescente señaló a un hombre vinculado a “la olla” como la persona que le habría dado la orden y posiblemente una recompensa económica.
“Ha dado ya su declaración hoy que hace parte de la investigación. Lo que habló en un video es que le ordenó el hecho: ‘la olla’”, mencionó. La zona donde vivía el joven es conocida por la presencia de bandas de microtráfico como ‘Los Rule’, ‘Los Destornilladores’ y ‘Los Ganzúa’.
Las autoridades ya han identificado sectores clave en los barrios Unir, Villas de Alcalá y Garcés Navas donde podrían operar estas estructuras. Se adelantan operativos para ubicar al supuesto autor intelectual.
Golpes durante la captura y fallas de seguridad
Otro tema que levantó preocupación fue el estado de salud del menor tras su captura. El presidente Petro denunció que fue golpeado por civiles antes de ser entregado a las autoridades, lo que lo llevó a ser internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
“He ordenado que se le cuide al máximo, porque fue capturado relativamente bien, pero durante la captura, fue golpeado violentamente”, advirtió. Esta situación podría afectar la toma de pruebas y testimonios clave para esclarecer lo ocurrido.

Además, el mandatario cuestionó el número reducido de escoltas que acompañaban a Miguel Uribe al momento del ataque. “Tenía tres personas cuidándolo y debía tener siete. He averiguado quién tomaba las decisiones del esquema de seguridad, y lo que se dice hasta ahora es que estaba a cargo de la Policía”.
¿Infiltración y seguimientos a su familia?
Petro también lanzó una alerta más amplia: aseguró que hay infiltraciones dentro de la Policía Nacional, ligadas a estructuras del narcotráfico, lo que podría poner en riesgo a otras figuras de la oposición o incluso al mismo Gobierno.

“El hijo de Miguel Uribe tenía seguimientos del colegio. Todo esto es muy difícil, pero debemos tener cabeza fría”, manifestó el jefe de Estado. Según explicó, estas sospechas hacen parte de lo que llamó “la junta del narcotráfico”, donde incluso, según él, participa un funcionario del Estado.
Finalmente, el presidente advirtió que “las mismas personas que atentaron contra Miguel Uribe podrían cometer otro atentado en contra de la oposición o del Gobierno”, por lo que pidió reforzar los protocolos de seguridad y continuar con las investigaciones sin descanso.
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