Redacción
Julián Dussán Bonilla
La salud oral es sumamente importante. Más allá de garantizar el buen estado de los dientes, elimina el mal aliento y garantiza que la experiencia de ingerir alimentos sea amena. Para mantenerla, es preciso seguir una rutina de cuidado oral con elementos como seda dental o enjuague bucal.
Este último es una herramienta complementaria en la rutina de higiene oral que ayuda a mejorar la salud bucal y a mantener el aliento fresco. Su uso regular puede ayudar a reducir la placa y la gingivitis al eliminar bacterias y residuos que el cepillado y el uso del hilo dental no siempre logran alcanzar.
Además, muchos enjuagues bucales contienen ingredientes activos como el flúor, que fortalecen el esmalte dental y protegen contra las caries. Los enjuagues antibacterianos también pueden ser efectivos para reducir infecciones y promover la curación de pequeñas úlceras o heridas en la boca.
Beneficios de usar enjuague bucal

Reducción de la placa y gingivitis: el enjuague bucal ayuda a eliminar las bacterias que causan la placa y la gingivitis, complementando el cepillado y el uso de hilo dental.
Aliento fresco: ayuda a combatir el mal aliento proporcionando una sensación de frescura duradera en la boca.
Prevención de caries: los enjuagues bucales que contienen flúor fortalecen el esmalte dental y ayudan a prevenir las caries.
Control de infecciones: algunos enjuagues bucales contienen ingredientes antibacterianos que pueden reducir las infecciones bucales y acelerar la curación de úlceras o heridas menores.
Acceso a áreas difíciles: ayuda a limpiar áreas de la boca a las que el cepillo de dientes no puede llegar fácilmente, como entre los dientes y las encías.
¿Es cierto que el enjuague bucal daña los dientes?
El uso diario de enjuague bucal no necesariamente daña los dientes, pero hay matices importantes a considerar. Los enjuagues bucales con flúor son generalmente seguros y beneficiosos para el uso diario, ayudando a prevenir caries y fortalecer el esmalte dental.
Sin embargo, aquellos que contienen alcohol o clorhexidina deben usarse con precaución. El alcohol puede secar la boca y causar irritación, mientras que la clorhexidina, aunque efectiva contra las bacterias, puede causar manchas en los dientes y alteraciones en la percepción del sabor si se usa a largo plazo.
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