Redacción admin

El representante a la Cámara, David Racero, está en la mira de la Corte Suprema de Justicia. Una denuncia revelada por el periodista Daniel Coronell este domingo 21 de septiembre señala que varios miembros de su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) habrían girado dinero a cuentas del congresista, de su familia y de allegados.

 

Según Coronell, en plena pandemia incluso le pagaron el mercado. Pero eso no es todo: las pruebas recogen depósitos por millones de pesos que habrían salido de las cuentas de sus asesores legislativos y terminado en manos de sus familiares. La Corte ya tiene en su poder esos movimientos y decidirá si dicta medida de aseguramiento contra el congresista.

 

Uno de los giros más llamativos fue por 5.320.000 pesos, realizado el 24 de diciembre de 2018 en Puerto Carreño, Vichada. La transacción fue hecha por Yidis Gahona, miembro de la UTL de Racero, cuya esposa, Estefanía Montoya, también ha trabajado en ese equipo y justificó el dinero como “préstamos temporales”.

 

La investigación incluye transferencias por 2 millones de pesos a Jorge Luis Racero, hermano del congresista, y depósitos similares a la cuenta de Mariana Hernández, entonces pareja de Racero. Poco después, el congresista retiró casi el mismo monto desde un cajero automático en Bogotá.

 

Según documentos oficiales, la asesora Viviana Marcela Moreno, quien hizo esas transferencias, ganaba poco más de 9 millones de pesos antes de descuentos. En menos de diez días, transfirió a la familia de Racero el equivalente a una quincena completa.

 

 

 

Reacciones en redes sociales

 

Las críticas no han tardado, desde distintas orillas políticas. 

 

Por un lado, le piden explicaciones al representante Racero, ya que hasta el momento no se ha pronunciado al respecto. De otra parte, le piden su renuncia, ya que no es la primera polémica en la que se ve envuelto con relación a temas laborales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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