Redacción Juan Sebastián Sosa

Arrancó en Chile el Mundial Sub 20 de la Fifa, un torneo que sirve como vitrina para nuevos talentos y que ya tiene a Colombia con cuatro puntos en dos partidos, muy cerca de la clasificación. El certamen, que irá hasta el 19 de octubre, llegó con varias innovaciones tecnológicas que buscan hacer más justo el fútbol.

 

Una de esas novedades fue la introducción de la tarjeta verde, un sistema inédito que se estrenó en esta edición del campeonato y que rápidamente generó debate entre técnicos, jugadores y aficionados. Su objetivo es permitir que los entrenadores pidan revisión de jugadas clave sin depender únicamente de la decisión del VAR.

 

El sistema, llamado oficialmente Football Video Support (FVS), funciona de manera similar al VAR, pero con una particularidad: el control está en manos de los entrenadores, quienes pueden mostrar una tarjeta verde desde el banco para solicitar la verificación de una acción.

 

Con esta medida, la Fifa busca dar mayor transparencia en decisiones polémicas y hacer más dinámica la revisión de jugadas, evitando que que sea solo decisión del árbitro y que pueda pasar por alto situaciones determinantes en el resultado de un partido.

 

La novedad no ha pasado desapercibida y ya se convirtió en protagonista del Mundial Sub 20, sobre todo porque la Selección Colombia la utilizó en su duelo frente a Noruega.

 

 

¿Qué es la tarjeta verde y cómo funciona en el Mundial Sub 20?

 

La tarjeta verde es una herramienta exclusiva de los entrenadores, que pueden usarla para pedir al árbitro la revisión de jugadas específicas. A diferencia de las tarjetas amarillas o rojas, no sanciona a jugadores, sino que activa la intervención del VAR.

 

La Fifa explicó que solo puede aplicarse en cuatro situaciones puntuales:

 

  • Determinar si hubo gol o no.

  • Revisar un posible penal.

  • Pedir tarjeta roja directa por una falta grave.

  • Verificar una falta que no fue correctamente sancionada.

 

Cada técnico tiene derecho a dos peticiones por partido. Si, tras la revisión, la jueza principal decide mantener su decisión inicial, el equipo pierde la tarjeta verde. Si el reclamo resulta acertado, la selección conserva el derecho a pedir otra revisión.

 

La idea es similar al “challenge” del baloncesto en la NBA o del tenis, donde los entrenadores o jugadores pueden intervenir de forma directa para pedir la verificación de una jugada polémica.

 

Aunque genera expectativa, la decisión final siempre seguirá en manos del árbitro, que puede ratificar o modificar lo que sancionó en el campo de juego.

 

Tarjeta verde en el fútbol

 

Colombia ya utilizó la tarjeta verde en dos jugadas

 

La Selección Colombia fue una de las primeras en estrenar esta novedad durante su partido frente a Noruega, en la segunda fecha del Mundial Sub 20. El equipo de César Torres se vio obligado a usar la tarjeta verde en dos momentos clave del compromiso.

 

En el primer tiempo, al minuto 20, la jueza sancionó un penal en contra de Colombia por una mano de Simón García dentro del área. El cuerpo técnico colombiano mostró la tarjeta verde y pidió la revisión. Tras acudir al VAR, la jueza determinó que la mano era de apoyo y en posición natural, por lo que el penal fue anulado.

 

Más adelante, en la segunda mitad, Torres volvió a mostrar la tarjeta verde para reclamar una posible mano de un defensor noruego dentro del área rival. Sin embargo, tras la revisión, la jueza decidió que no había infracción porque el brazo estaba pegado al cuerpo. En esa ocasión, Colombia perdió una de sus tarjetas.

 

Con este recurso, el equipo nacional quedó con solo una tarjeta verde disponible para el tramo final del partido, demostrando que la herramienta puede ser determinante, pero también estratégica.

 

La experiencia dejó en claro que la tarjeta verde no garantiza que el árbitro cambie su decisión, pero sí ofrece a los entrenadores una nueva forma de participar activamente en la justicia del juego.

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