Redacción
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En lo que ya es considerado uno de los casos empresariales más insólitos del año, la compañía Frisby S.A. BIC, creadora del icónico restaurante de pollo frito colombiano, enfrenta un inesperado conflicto legal con una firma en España que utiliza su mismo nombre comercial.
Según reveló Infobae, Frisby España obtuvo recientemente un fallo favorable en Europa que le permite explotar comercialmente la marca en ese territorio. El dictamen exige a la firma colombiana demostrar que ha hecho uso efectivo del nombre “Frisby” en la Unión Europea durante los últimos cinco años, algo que hasta ahora no parece haber ocurrido.
¿Cómo llegó otra empresa a registrar el nombre?
El vacío legal que permitió este escenario está relacionado con la falta de registro previo del nombre y los signos distintivos por parte de la empresa colombiana en Europa. Esta omisión dio pie a que una marca local en España se apropiara del registro, generando confusión y, posiblemente, daño reputacional a la original.
De acuerdo con expertos de la firma Baker McKenzie, consultados por El Tiempo, este tipo de situaciones son más comunes de lo que se cree y evidencian la necesidad de que las empresas protejan su marca en todos los mercados donde planean operar o expandirse.
¿Puede defenderse Frisby Colombia?
La principal esperanza de Frisby Colombia es demostrar su derecho de autor sobre elementos únicos de su identidad visual, especialmente su conocida mascota: el “pollito Frisby”.
El profesor Juan Carlos Martínez, de la Universidad de La Sabana, explicó que esta figura podría estar protegida como obra artística original, en tanto fue diseñada con fines creativos. “El diseño de la marca Frisby, en tanto mixta, protege las artes finales del pollo. Se le reconoce el rol de autor”, sostuvo.
Derechos de autor vs. derecho marcario
Sin embargo, el abogado Daniel Pardo Mateus, experto en derecho corporativo, advirtió que los derechos de autor no siempre ofrecen protección suficiente en disputas comerciales internacionales. “Lo que realmente está en juego aquí es el derecho al uso del nombre y sus elementos distintivos en un mercado específico. Eso recae bajo la jurisdicción del derecho marcario”, aclaró.
Aunque los derechos de autor pueden servir como herramienta complementaria, la marca registrada tiene mayor fuerza para evitar la utilización no autorizada de nombres o imágenes que causen confusión en los consumidores.
¿Qué pasa si gana Frisby España?
Si la empresa española logra conservar el registro del nombre “Frisby” en Europa, la firma colombiana podría verse obligada a:
Renunciar a usar su nombre y logo en territorio europeo.
Modificar su imagen de marca si planea expandirse a ese continente.
Enfrentar costos legales y reputacionales considerables.
En el peor escenario, perdería derechos exclusivos sobre una marca que lleva décadas construyendo en Colombia, al menos en el ámbito internacional.
Un caso que alerta a las marcas colombianas
Este caso ha encendido las alarmas entre empresarios y especialistas en propiedad intelectual. Queda claro que no basta con ser el creador original: registrar la marca en los mercados donde se planea operar es clave para protegerla legalmente.
El resultado de esta disputa será crucial no solo para Frisby, sino como precedente para otras marcas colombianas que buscan internacionalizarse.
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