La mañana de este jueves 15 de mayo fue escenario de un hecho trágico en el área metropolitana de Cúcuta. María José Estupiñán, joven de 22 años y estudiante de último semestre de Comunicación Social en la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), fue asesinada en la terraza de su vivienda, ubicada en la urbanización El Bosque, cerca de la Universidad de Santander (UDES).

Según información preliminar de las autoridades, los agresores se habrían hecho pasar por domiciliarios, entregándole un supuesto obsequio antes de dispararle a quemarropa. La víctima murió en el lugar.

Había denunciado violencia intrafamiliar

El caso ha causado conmoción no solo por la brutalidad del ataque, sino también por su contexto. Según confirmó el coronel Leonardo Capacho, comandante del primer distrito de la Policía Metropolitana de Cúcuta, María José había asistido el día anterior a una audiencia judicial en calidad de víctima por violencia intrafamiliar.

La joven acababa de obtener un fallo favorable que ordenaba a su expareja sentimental pagarle una indemnización de 30 millones de pesos, producto de una demanda por maltrato. El crimen, ocurrido tan solo 24 horas después del fallo, ha despertado sospechas de que se trataría de un feminicidio premeditado.

María José era modelo y emprendedora

Además de su formación académica, María José trabajaba como modelo para una agencia local y gestionaba un negocio virtual de ropa deportiva, lencería y calzado, que promocionaba activamente en redes sociales. Su perfil emprendedor, combinado con su actividad académica, la convertía en un ejemplo de constancia para sus compañeros.

La noticia de su asesinato ha generado mensajes de dolor y rechazo en redes sociales, especialmente desde comunidades universitarias y colectivos de mujeres en Norte de Santander.

Reacciones y llamado a la justicia

Desde diferentes sectores se han exigido resultados rápidos en la investigación y un llamado a garantizar la seguridad de las mujeres víctimas de violencia en el país. El caso de María José vuelve a poner en evidencia los riesgos que enfrentan quienes denuncian violencia de género.

Por ahora, las autoridades analizan cámaras de seguridad y otros elementos que permitan identificar a los responsables materiales e intelectuales del crimen.

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