Redacción Julián Dussán Bonilla

Selena Gomez es una artista multifacética que ha dejado una huella imborrable en la industria del entretenimiento. Desde sus inicios en Disney, donde cautivó al público con su carisma y talento en Los Hechiceros de Waverly Place, hasta su consolidación como cantante y productora, Selena ha demostrado una capacidad de reinvención admirable. 

 

Su música, que ha pasado por varias etapas y estilos, refleja no solo su crecimiento como artista, sino también como persona. Temas como Lose You to Love Me y Rare no solo se convirtieron en éxitos, sino que mostraron un lado vulnerable y auténtico, conectando profundamente con sus fans.

 

Además de su carrera artística, Selena destaca por su inmenso corazón y labor humanitaria. Ha sido una gran defensora de la salud mental, utilizando su propia experiencia para generar conciencia y normalizar las conversaciones en torno a este tema tan importante.

 

A través de su marca Rare Beauty y su organización sin fines de lucro, Rare Impact Fund, busca recaudar fondos para ayudar a quienes padecen problemas de salud mental, convirtiéndose en una voz poderosa y compasiva para millones de personas.

 

¿Qué es el Sibo, la extraña enfermedad que sufre Selena Gómez?

 

De hecho, en los últimos días, se viralizó una explicación de la norteamericana sobre qué es el Sibo, un trastorno que la queja. “Esto me enferma. Tengo SIBO en mi intestino delgado. Se inflama.  No me importa no parecer un dibujo con figura de palitos. No tengo ese cuerpo. Fin de la historia. No soy una víctima, soy simplemente humana”, dijo la artista.

 

El SIBO, o Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado, es una afección en la que se produce una acumulación excesiva de bacterias en esta parte del sistema digestivo, alterando el equilibrio bacteriano normal.

 

En condiciones saludables, el intestino delgado tiene relativamente pocas bacterias en comparación con el intestino grueso, donde normalmente se encuentran la mayoría de estos microorganismos.

 

Sin embargo, cuando el sistema digestivo pierde su capacidad de control, las bacterias comienzan a multiplicarse en el intestino delgado, lo cual puede afectar la digestión y la absorción de nutrientes esenciales.

 

Las personas con SIBO suelen experimentar síntomas incómodos y persistentes, como distensión abdominal, gases, diarrea, estreñimiento y dolor en el abdomen.

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