20 marzo, 2022
Normalmente, la limpieza de la casa constituye uno de los oficios más onerosos y difíciles a realizar, sin embargo, este puede ser a su vez el oficio ideal para alcanzar la serenidad e incluso para observar la vida de otra manera. Así lo plantea el Oosouji, una antigua disciplina japonesa que propone desprenderse del pasado para poder mirar hacia el futuro, con la limpieza como medio para tal fin.
Previo a iniciar la limpieza, se debe estar lo mejor preparado posible, ya que es fundamental la concentración y el pleno raciocinio de la acción para que este funcione. Permitir un flujo de aire, abriendo las ventanas, también es algo muy importante, ya que el aire invita a la calma.
Este tipo de limpiezas profundas, que se hacen una vez al año por los japoneses, además de retirar el polvo, gérmenes e incluso objetos que ya no les son de utilidad, tienen un poder “liberador”, asociado a los nuevos comienzos y el deshacerse de cargas innecesarias, tanto físicas como mentales.
Como cualquier arte, este comprende de todo un proceso y algunos requisitos para que la limpieza cumpla con su propósito. Además de permitir un flujo de aire constante, la casa se debe asear se arriba hacia abajo, empezando por el techo y terminando en el piso.
Se deben seguir la dirección de las manecillas del reloj a la hora de limpiar una habitación, de esta manera se cierran los ciclos del caos y el desorden. Guardar en cajas los objetos que ya no sean de utilidad y utilizar bolsas para la basura, deshaciéndose de estas inmediatamente se termine el proceso de limpieza.
Al limpiar, se debe reparar todo lo que esté en mal estado o directamente dañado, esto puede recordar el pasado de forma negativa y afectan el comportamiento. Todos los miembros del hogar deben estar presentes y ser participes del proceso, para que este se exitoso, además, en caso de tener deudas, estas deben ser saldadas de inmediato.
Fuente consultada: Infobae
Imagen: Pexels
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