Redacción Angélica González

El momento ideal para darse una ducha ha sido motivo de discusión durante años. Algunas personas prefieren comenzar el día con energía bajo el agua, mientras que otras no pueden irse a dormir sin sentir la piel completamente limpia. Según un análisis de la Cleveland Clinic, esta elección no solo es cuestión de hábitos, sino también de salud dermatológica.

 

El dermatólogo Dr. Alok Vij explicó que tanto las duchas matutinas como las nocturnas tienen beneficios distintos, y que elegir el momento adecuado puede influir directamente en la salud de la piel, el descanso y el bienestar general.

 

 

Beneficios de ducharse por la mañana

 

De acuerdo con el especialista, bañarse por la mañana ayuda a eliminar las células muertas, el sudor acumulado durante la noche y las bacterias presentes en la ropa de cama. Además, el agua estimula la circulación y contribuye a despejar la mente, ayudando a las personas a sentirse más despiertas y activas al iniciar el día.

 

Otro punto a favor de las duchas matutinas es que preparan la piel para los productos de cuidado facial, ya que el agua limpia los poros y mejora la absorción de cremas o protectores solares. Incluso, según el Dr. Vij, una ducha temprana puede ser la mejor aliada contra el “cabello despeinado” o el frizz matinal.

 

 

Duchas con agua caliente: un riesgo para la piel

 

Los dermatólogos consultados por NBC News advierten que el agua extremadamente caliente puede ser perjudicial. Este tipo de duchas elimina los aceites naturales de la piel, provocando sequedad, irritación y daños en la barrera cutánea que protege el cuerpo frente a alérgenos e irritantes externos.

 

Si bien una ducha caliente puede resultar relajante, los expertos recomiendan mantener el agua templada y los baños cortos. Además, es importante hidratar la piel con una loción inmediatamente después de ducharse para compensar la pérdida de humedad y prevenir la resequedad.

 

 

Ducharse de noche: beneficios para el descanso y la piel

 

El Dr. Vij también resaltó las ventajas de ducharse antes de dormir. Según el dermatólogo, las duchas nocturnas eliminan la suciedad, el sudor y los contaminantes ambientales acumulados durante el día, lo que ayuda a mantener la piel limpia y saludable.

 

Además, el baño nocturno favorece la relajación y mejora la calidad del sueño, ya que el cuerpo asocia el descenso de temperatura posterior a la ducha con el inicio del descanso. Este hábito también contribuye a retirar los residuos de maquillaje o productos cosméticos que podrían obstruir los poros.

 

 

Conclusión: el mejor momento depende de ti

 

Los especialistas coinciden en que no existe un único momento ideal para ducharse. La elección dependerá del estilo de vida, las necesidades de la piel y las preferencias personales. Sin embargo, los expertos recomiendan hacerlo de forma consciente, evitando el agua muy caliente y aplicando siempre una buena hidratación después del baño.

 

En definitiva, ya sea para comenzar el día con energía o para cerrar la jornada con calma, una ducha puede ser mucho más que un hábito de higiene: es una herramienta de bienestar diario.

 

Con información de El Tiempo

 

 

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